Fiat Grande Punto 1.4 Dynamic 3p: revoluciones tranquilas
Por Angel Alonso Madrid, 10 ene (EFE).- Fiat se asoma a su propia realidad con el reto que le infunde modernizar el modelo que hasta ahora ha sido su referencia de ventas, el Punto, en el que aparte de proponer unas líneas marcadamente juveniles en su exterior se apresta a conquistar gracias a unos motores atrayentes para una amplia gama de público.
EFE
10/01/2006 (10:49h.)
Y es que la versión con motor de gasolina 1.4 de 77 CV está perfectamente perfilada para un público de muy amplio espectro por la tranquilidad que transmite este motor a la hora de ser conducido. Se queda corto para el que aboga por un concepto deportivo de coche, y, francamente, muy justo, para el que opta por guiar con la tranquilidad que prescriben sus números que, a la postre, en términos de demanda, son mayoría.
Esta versión de gasolina del Grande Punto es la considerada el emblema de la gama en este ciclo, pues como punto de partida el 1.2 de 65 CV, sin haber sido probado, pero con la referencia de este 1.4, debe quedar muy limitado en prestaciones. Fiat, seguro, que en pocos meses, dotará su oferta de gasolina en el Grande Punto con propulsores más atrayentes para ese público juvenil que quiere emocionarse conduciendo con mecánicas de más cilindrada y caballaje, pero el punto de partida está limitado por ahora.
Este motor 1.4 en el Grande Punto sorprende por el refinamiento de marcha traducido en un silencio muy destacable, incluso por encima de las 5.000 revoluciones, un punto del tacómetro en el que ha de fijarse con bastante asiduidad el régimen de giro adecuado, ya que se impone la condición de conducir en regímenes muy altos para sacarle las respuestas precisas y adecuadas, tanto en aceleraciones como en recuperaciones.
Por ejemplo, acelerar desde la 2.500 vueltas se convierte en una tarea premiosa y como la tendencia a caer es bastante frecuente, frecuente es también el uso de palanca para reducir y aportar las revoluciones de reserva para maniobrar con plenas garantías.
El Grande Punto 1.4 de gasolina, al margen de esta concepción del régimen de giro tan a la italiana y que, una vez cogido el tranquillo, se sobrelleva con bastante aceptación, es un vehículo muy bien adaptado a la circulación urbana y tampoco desmerece en carretera. La maniobrabilidad de este modelo, pese a las evidentes ampliaciones de cotas que ha recibido, le convierten en una buena referencia para circular por ciudad. En carretera es rápido a la hora de coger velocidad punta, pero emplea una rapidez similar en tener caídas de la misma, lo que obliga a una buena conjunción, casi rozando el abuso, en el uso de acelerador y palanca.
La propensión del coche a esos regímenes altos en el cuentavueltas tiene su impacto en el consumo y, aunque el fabricante ha alardeado de gastos muy óptimos, la realidad de la prueba es que superó los doce litros de promedio cada cien kilómetros.
A la postre, esta versión gasolina del Grande Punto tiende a un aprobado alto, si se persigue una nota orientativa, en lo referente al comportamiento mecánico, pero de justicia es admitir que sube muchos enteros en otros apartados que inducen a dar un amplio voto de confianza a esa Fiat que capea como puede una crisis financiera que requiere de la fiabilidad del producto para ser superada.
Uno de estos apartados es el comportamiento dinámico, francamente muy mejorado respecto a versiones anteriores. Este coche ahora se asienta sobre el firme con gran solidez. Las suspensiones han encontrado un punto muy justo de dureza y recorrido que facilitan sobremanera la conducción y una excelente nobleza en sus reacciones.
Aspectos de seguridad también han recibido su dosis de mimo. La frenada es muy eficaz y de corto recorrido. Hay un buen apoyo en el equipamiento de serie de elementos como el ABS y el EBD, así como en la opción del control antipatinamiento ESP. La dotación de airbag para una versión tan baja es muy generosa e incluso se beneficia de sistemas sofisticados que permiten establecer distintos grados de activación en función de la gravedad del accidente.
Los pequeños detalles están ahí, para lo bueno, y para lo malo. En el primer capítulo una dirección muy precisa con un muy buen grado de resistencia y la siempre agradecida ayuda del sistema "city", para, con el mínimo esfuerzo, realizar la maniobras más difíciles en el ámbito urbano. En el segundo capítulo, se hace casi obligatoria una mejora de la palanca de cambios con exceso de efecto batidora y de difícil engranaje del punto muerto a la primera.
Pedir a un fabricante italiano un ejercicio de diseño, en este mundo del automóvil, entra dentro de lo obvio. El Grande Punto presenta unas líneas muy llamativas en toda su estructura, poniendo el acento en un frontal con mucha personalidad, anguloso. En resumen, muy italiano. Este aspecto se refuerza en la versión de tres puertas, más familiarizada con una imagen deportiva.
La fuerte caída del parabrisas y del capó rompen en una parrilla y toma de aire a la última, quizás con un leve recuerdo a la costumbre impuesta por Audi. El encaje de los faros, con forma de lágrima, mordiendo capó y parrilla realza la estética. Desde el lateral, es visible el poderío de unos pasos de rueda y la línea recta que atraviesa toda la longitud.
Detrás se agotaron las originalidades con un portón y unos cuadros ópticos verticales en la parte superior muy clásicos y reiterativos, con la única concesión a la incrustación de un logo con la leyenda punto, pero con la letra inicial P dibujada en la forma de un conductor en plena acción.
Por dentro, se notan desde el primer momento las mejoras de cota en el apartado de la habitabilidad. Los asientos delanteros mantienen una buena ergonomía y facilitan, por comodidad y agarre, la tarea de conducir. En la segunda fila hay buena separación para no agarrotar las piernas y la suficiente altura al techo para que la cabeza no toque el techo, incluso para viajeros de estatura considerable.
Magnífico ha sido el criterio seguido en la fijación de precios. El Grande Punto, se coloca como una de las mejores opciones del mercado en este segmento y, aunque en el apartado de prestaciones se queda rezagado respecto a la competencia, la tarifa, seguro, enganchará.
CARACTERISTICAS TECNICAS
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Longitud 4.030 mts
Anchura 1,687 mts
Altura 1,490 mts
Distancia entre ejes 2,510 mts
Vía delantera 1,473 mts
Vía trasera 1,466 mts
Peso 1.025 kgs
Capacidad depósito 45 l.
Capacidad maletero 275 l.
Coef. aerodinámico N.D.
Posición motor Delantero, transversal
Alimentación Inyección electrónica secuencial
Cilindros 4 en línea (8 válvulas)
Cilindrada 1.368 c.c.
Potencia máxima 77 CV a 6.000 r.p.m.
Par máximo 117 Nm a 3.000 r.p.m.
Velocidad máxima 165 kms/h
Aceleración 0-100 13,2 seg.
Consumo medio 6,1 l./100 kms
Emisiones CO2 145 grs/km
Dirección Cremallera. Asistencia electrónica
Diámetro de giro 10 mts
Frenos Discos ventilados 257 mm (DEL.)
Tambores 228 mm (TRAS.)
Suspensión delantera Ruedas independientes tipo Mc
Pherson con amortiguadores
telescópicos y barra estabilizadora
Suspensión trasera Amortiguadores hidráulicos
telescópicos
Tracción Delantera
Neumáticos 175/65 R 15
Transmisión Manual de cinco velocidades
Equipamiento de serie ABS con EBD, airbag frontales,
La propensión del coche a esos regímenes altos en el cuentavueltas tiene su impacto en el consumo y, aunque el fabricante ha alardeado de gastos muy óptimos, la realidad de la prueba es que superó los doce litros de promedio cada cien kilómetros.
Lo flipo!!! Como lo probaron?!? En mi caso, con un motor parecido, si alguna vez paso de los 10 litros es sólo iendo de tramos, y aún así por mucho que le pise creo que nunca o casi nunca he llegado a los 11L!!!
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